sábado, 7 de febrero de 2009

No es el final

Había acabado el último trozo de jamón; le dió un último trago al vino, y se levantó. La única copa en la mesa, acompañaba al plato y al tenedor. Miró el reloj, eran las 21:17. Todo acabaría pronto- pensó.

Abrió la puerta de la terraza. Los nervios aumentaban la sensación de frío. Se quitó la americana, y la dejó con cuidado en el suelo. Aflojó la corbata. Se subió a la barandilla, e inhaló por última vez la bocanada de aire más fresca y relajante que jamás había respirado. Dió un último repaso a su vida. El día en que se conocieron, la primera vez que se cogieron de la mano, el primer beso, como no, el día en que lo abandonó, ese mismo día.

Cogió impulso, notó el aire en la cara, y como la corbata temblaba, igual que él. Saltó. Estuvo toda la tarde preguntándose por esos segundos antes del fín. Eternos, tal y como los había imaginado. Antes de llegar, arrepentimiento. Por un segundo, aprendió a vivir sin ella, y sintió que nada acababa ahí.

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